viernes, 9 de mayo de 2008

Historia conjunta 5

El tiempo había pasado, y con él la esperanza.

Ya no eran jóvenes los que se reunían en la batcueva para fumar unos porros, ahora era un grupo de ignominiosos personajes a los que ya se les apreciaba alguna cana en sus pobres cabelleras.
Nunca había habido alegría en el oscuro local, pero ahora únicamente se respiraba desolación.
Esta melancolía no solo se podía encontrar entre las paredes de la batcueva, en Catarroja había un permanente hedor en las calles, un oscuro manto envolvía cada edificio y la gente deambulaba por las calles cual sombras. Ya advirtió Wilson- antiguo líder del partido socialista- antes del suicidio, que el pueblo no estaba preparado para afrontar las demandas del “Nou mil.leni”.
Pero algo más había en Catarroja, las lúgubres barriadas no se forman con un soplo de pesimismo.

Era casi media noche, como cada viernes los perennes a las drogas se reunían en la batcueva para contemplarse, pues desde hacia tiempo no había lugar para diálogos, la elocuencia había dejado de ser una virtud. Las drogas no perdonaban.
Paula, se había casado, pero eso apenas importaba en su vida, la psicología la azotaba día tras día, paciente tras paciente. Ahora la palabra “rayado” carecía de sentido en su vocabulario.
Aún se sorprendió al entrar en la bat y reconocer los rostros de sus antiguos compañeros de fumada. Los años no habían logrado insensibilizarla.
Jesús con su cara demacrada denotaba el cansancio después de una noche en vela, Andreu incapacitado después del trágico accidente de pk, Chapa y Frede eran los únicos que de manera desdibujada aún conservaban facciones de tiempos mejores. Con Darío había tenido algún que otro encuentro, al fin y al cabo era el hermano de su amiga y frecuentaba la casa de su hermana cuando ambas se reunían alguna vez.

Una tenue musiquilla sonaba, era lo único que conseguía ahuyentar el pestilente olor y el yermo panorama. Casi seguro que eran los Libertines.
Drogas de todo tipo por doquier, pues no había otra forma de acabar con todo aquello, era la válvula de escape que tenían aquellos perturbados para sentir que brotaban nuevamente con cada día. Si lograban despojarse de la realidad y olvidar todo lo que había a su alrededor se daban por satisfechos.
La sinestesia comenzaba a inundar la habitación, se oyeron unos pasos, apenas imperceptibles, alguien mas había en aquel lugar…la escasa luz advirtió una figura, quizá Sheyla había escapado de la azotea.
Paula balbuceó algo:
- Que fas tu ací?

6 comentarios:

shey dijo...

xan xan... q fare x el terrat??? xan xan...
x cert paula, la "puta" imatge la posarem disabte pasat en ma casa dario i jo.
muakkk'sss

Anónimo dijo...

q bonito, no he leido nada d una tal amiga celia en toda la historia¬¬,

Chap_Away! dijo...

Bueeeno, como parece que no ha quedado demasiado claro en mi historia y antes de que alguien la cague dandole otro papel, ya que parece que en el siguiente capitulo aparecerá, Sheyla SI ha aparecido antes y es la tia del McDonalds a la que abre Jesús.
PD: ya de paso se le bajan un poco los animos de salir en la historia con un papel de "triunfadora"
PD':Es broma...XD

Anónimo dijo...

Sugiero suicidio colectivo

shey dijo...

me apunte a lo del suicidi

Chap_Away! dijo...

seria acabar demasiado pronto la historia, no lo recomiendo xD